La Carlina (carlina acaulis), Carlina (carlina acaulis), Cardincha (símbolo pirenaico) o Eguzkilore en euskera es natural de Europa central, hasta altas latitudes (Islandia, Suecia, Noruega); en la península Ibérica solo en los Pirineos, Cantabria, el norte de la provincia de Burgos, País Vasco, La Rioja y Navarra.
Tal bella y mágica flor que crece en montañas pastizales y prados y florece de junio hasta septiembre guarda mágicos secretos en su interior. Es usada para curaciones y sortilegios, para predecir el tiempo y es el alma de diferentes mitos y leyendas que subsisten a lo largo de los siglos y que nos hablan de una luz mágica que libra al ser humano de las tinieblas ofreciéndole refugio y protección.
En Francia en la región de Occitania (Montpellier) se la conoce como “Cardabelle” o «beau chardon» (en rosellonés dialecto del catalán) o “Cardo angelical” nombre que proviene de la leyenda que cuenta cómo un ángel se le apareció a Carlomagno apremiándole a que utilizará el poder de la flor para curar a su diezmado ejercito a causa de la peste.
Este milagro se explica por las características antibióticas que poseen, sobre todo sus raíces. Porque las leyendas a pesar de contener elementos de naturaleza sobrenatural y simbólica contienen en su propia esencia una verdad profunda así que incluso en culturas separadas por miles de kilómetros como en el caso de la “Cardabelle” comparten numerosos elementos, incluso para tales épocas pretéritas donde era imposible una comunicación global.
Otra característica de tal maravillosa flor es la ya comentada dimensión mágica y protectora frente a poderosas fuerzas malignas, plagas, enfermedades y cualquier otra desgracia como representación de la fuerza del sol en la tierra ahuyentando la oscuridad y los terribles seres que la habitan; como brujas y espíritus, que pretenden entra en los hogares para toda clase de maldades, como robar a los niños para sus terribles rituales, pero si las encuentran colgadas en las puertas de entrada a las casas no pueden evitar contar todos y cada uno de sus pelos y espinas que tiene en su centro lo que hace que llegue el alba y deban volver a sus oscuros escondrijos sin haber podido transgredir el hogar de las precavidas personas que han colocado tan potente amuleto.
Otra variante de esta leyenda es su dimensión como símbolo pagano de culto solar, que la confería el poder de confundir a estos espíritus a los que hacía creer que se encontraban ante el mismísimo sol provocando que huyesen despavoridos. Para ello debe recogerse la mañana de San Juan y colocarse en la puerta de entrada a las casas o cualquier otro lugar que se quiera proteger.
A través de los relatos que se transmiten de generación en generación estas leyendas fuertemente arraigadas en la cultura popular accedemos al corazón, la identidad, las características de ese pasado, de esas culturas y pueblos separados geográficamente, pero unidos en lo esencial, inundado la imaginación de multitud de generaciones.
personificación de La Carlina «Nadège FP (instagram @elissakarminakria)
“Sun & Flow” es la nueva identidad que propone “Basque Live” con la intención de seguir su trayectoria creativa basada en diseños llenos de magia y belleza.
sunflow.es
“Sun & Flow” se adentra en el mismo corazón de esta flor y su simbología, en su “luz” artística para ofrecer joyas con alma, en una sinergia creativa sin fronteras ni limitaciones y cuyos diseños conectan no ya con la forma si no con esta esencia mítica símbolo de comunión de lo humano, lo natural, la magia y la fantasía, en colaboración con “Basque Live” que se ocupa de la distribución del magnífico resultado final y con la que comparte una filosofía basada en el humanismo, la creatividad y la belleza.
Ambos proyectos observan con ojos curiosos lo que nos rodea, buscando continuamente aquello que nos haga transcender y navegar por mágicas aguas repletas de imaginación mientras nos adentrarnos en un mundo de infinitas posibilidades creativas.
Y este cardo angelical, esta flor del sol o eguzkilore, alumbra el camino de este arte multidisciplinar floreciendo en un presente en el que se crean joyas concebidas a partir de lesos mitos nacidos en los albores del tiempo, consiguiendo atrapar su mágica luz protectora para que todos podamos disfrutarla y sentirnos especiales.
En “Sun & Flow” quieren seguir viendo el mundo a través de unos ojos curiosos, quizás llenos de inocencia, como en las inmortales palabras de William Blake: Para ver el mundo en un grano de arena / y el cielo en una flor silvestre / abarca el infinito en la palma de tu mano / y la eternidad en una hora.